Una perrita obediente


Da gusto ver a una mujerona como dolce arrodillada ante ti como una perra en celo para mamarla como sólo ella sabe: metiéndosela hasta la garganta sin dejar de mirar con esos ojos de viciosa nata. ¡Y cómo bota la modelo! Un polvazo tremendo para finalizar llenándole la lengua de semen.