¡Toma leche!


Angel me recuerda a una vecina que yo tenía en Bilbao, y es que es como la típica vecinita cachonda que llama a tu puerta pidiéndote un poquito de leche… y vaya si le das leche, ¡toda para su boquita! Qué bien me cabalga la jaca, con sus tetas botando al son del polvazo que nos metemos, a cuatro patas, agarrándole la melena como auténticos cavernícolas… Mucha pasión y guarrerida en esta follada con una diosa de chochito peludo y curvitas de infarto.