¡Llamemos a una puta!


Un friki se acaba de comprar una casa y se deja las llaves dentro. Por suerte, su vecino tiene copia de las llaves y, entre unas cosas y otras, deciden llamar a una puta… ¡y menuda forma de estrenar piso nuevo! Una tetona de impresión, el hermano retrasado del propietario y un sinfín de paranoias que además de risas ¡te pondrán el pito a mil! ¡Nos os perdáis cómo folla y traga la buena moza!