¡Follamos cuesta abajo y sin frenos!


¿Cuántas veces habéis disfrutado de una buena mamada? No se os ocurra perderos el siguiente guarreridas porque la siguiente protagonista va a dar muchísimo que hablar… Sólo hace falta verla como se desenvuelve con un rabo en la boca, es la hostia!!! Primero a cuatro patas en el borde de la cama, la chupa con mimo, con cariño; esa forma de besarme la polla y después tragársela hasta los huevos es una sensación única e indescriptible. Me tumbé boca arriba para que me la siguiera chupando y después empezamos a follar en todas las posturas imaginables, éramos dos cerdos cuesta abajo sin frenos, y siempre disfrutando de esas pedazo de tetas botando y botando… Uffff, fue un polvazo increíble que acabó con toda mi lefa encima de su moflete!