¡Exorcismo cerdo!


El cura saca a esta alumna del aula porque intuye que algo va mal… Efectivamente, la colegiala está endemoniada y no para de blasfemar. Por suerte ahí está el Padre Damián para exorcizarla y liberarla del pecado. ¿Y cómo? Pues metiéndole el rabo en el coño y rellenándole la boca de lefa sagrada. Qué tetazas más divinas, ¡cada día que pasa las tiene más gordas!