¡Compartiendo el lefote con Ramona!


La niña Monica llega a casa después de haber estado con sus hamijas, me mira con carita de no haber roto un plato, pero yo sé lo que ella quiere, ¡bajarse al pilón y hacerme un mamadote mítico! No para de mirarme a los ojos mientras me la come de arriba abajo, la teen sabe cómo ponerme a mil… Y yo darle cera para dejarle el coño palpitante y a punto de caramelo, ¡menuda follada nos metemos! Y como es una gran amante de los animalicos, comparte gustosamente la corrida de su boquita con Ramona, la Perra Santa, ¡vitaminas para el cuerpo!