¡Cinco pollas para la tetona!


Cuando Silvia ve a los cinco zagales que se va a merendar no puede evitar ponerse nerviosa, está deseando meterse esos cinco rabos en la boca y en el coño. Los tíos alucinan con sus tetazas, le echan aceite y las soban sin parar… ¡Silvia está cachondísima! Después de comer polla llega la hora de follar, todos se la meten mientras ella sigue haciendo mamadas, no os perdáis la follada a cuatro patas, con sus tetazas botando y su coño al rojo vivo… Nunca había hecho doble penetración y se pone cerdísima con dos pollas en su coñito, ¡está a mil! Se abre de piernas y todos van follándosela por turnos, salvajemente y hasta el fondo, cargando bien los huevos de lefa para darle de comer a la tetona. Corridas en la boca y en la cara, ¡y se lo traga todo!